Después de dejar atrás las azarosas jornadas del recorrido por Tayikistán, la llegada a Kirguistán representó el sosiego, la posibilidad de disfrutar de agradables acampadas en preciosos lugares sin las preocupaciones de ser molestados por policías ni militares o tener permanentemente en el pensamiento qué nos iría a deparar el día siguiente en cuanto a dificultades del camino.
De esta forma transcurrieron casi cinco semanas de relax, fotografía, barbacoas, caminatas, etc. que nos permitieron recuperar el ritmo que nos gusta para nuestra vida overlander.
Por esa razón en este post hemos pensado que, más que en otras ocasiones, dejaremos hablar a las imágenes añadiendo algún comentario que las sitúen en el tiempo y lugar.
¡Bienvenidos a Kirguistán!
Ya desde los primeros kilómetros atravesamos preciosos paisajes en los que hicieron su aparición las omnipresentes yurtas, el alojamiento tradicional de los nómadas kirguiz.
Varias acampadas en las orillas del enorme y bonito lago Issky Kul, con tiempo para cocinar en el fuego, pasear en sus alrededores o bañarnos con los picos nevados y de más de 7000 metros de altura del Karakorum a la vista.
Desde el lago Issyk Kul hicimos varios recorridos para visitar la zona de alta montaña que lo rodea. Una de estas excursiones nos llevó hasta la zona del lago Arabel a 3600 metros con alguna acampada durante la subida. Zona de tremendos contrastes, ahora en bañador y poco después abrigados al pie de un glaciar
Llegamos hasta la ciudad situada al final del inmenso lago: Karacol.
Allí visitamos alguno de sus monumentos y resolvimos algún problema mecánico en una de las pocas acampadas «urbanas» que hicimos en el país.
En otro de los recorridos visitamos la zona de curiosas formaciones rocosas llamada Jeti-Öguz o Siete Toros en donde en dos paseos conocimos alguno de los lugares más representativos.
A orillas del maravilloso lago Song Kul tuvimos la suerte de coincidir con la celebración del Kochkor Festival, en el que, en un entorno realmente precioso a 3200 metros de altitud, se desarrollaron recitales de música tradicional, competiciones de deporte tradicionales, representaciones de costumbres ancestrales, fabricación de utensilios y elementos para la vida diaria de los nómadas a las que pudimos asistir en primera fila.
Mientras esperábamos la llegada del visado para cruzar Rusia que habíamos solicitado en el consulado de Bishkek, pasamos cinco días en el cercano parque nacional Ala Archa, que aprovechamos para dos severas caminatas y varias barbacoas en un entorno muy tranquilo y bonito
Bueno pues, no sé, por dónde empezar:
He tenido un despertar , hoy Domingo 18 de Agosto increíble, de lo más interesante de ésta parte del mundo . Bueno me ha faltado participar de ésas acampadas y barbacoas , pero me las he imaginado.
Gracias pareja , por compartir todos éstos momentos, 🤙, abrazos , ahhh y encantado de conseguir escribir ✍️ , si lo recibís , el no va más .
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡RECIBIDO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! y con un enorme placer de proporcionar a un buen amigo tan gratos despertares.
Un abrazo enorme de nuestra parte.