De Ayacucho a Nazca. 555 complicados kilómetros por la cordillera andina de Perú

Empezaremos diciendo que tanto la colonial Ayacucho como la arqueológica Nazca son dos enclaves merecedores de visita, pero que al no encajar en los parámetros de LINDOS nos limitaremos a mencionar su importancia.

Sí se adapta a los mencionados parámetros que hemos definido para LINDOS la ruta que atravesando los Andes casi siempre en alturas superiores a los 3.000 m sobre el nivel del mar y llegando a sobrepasar los 4.500 m, nos vio partir de Ayacucho y llegar a Nazca.

Se trata de un camino apartado de las rutas turísticas que no figura en guías, siendo incluso raro que en las oficinas de turismo se haga mención a él.

Seguramente no es ajena a esta circunstancia la situación que hasta hace no mucho tiempo se vivía en la zona que estaba vedada al turismo debido a ser el territorio de acción del terrorismo que castigó  Perú durante décadas y que se hizo llamar Sendero Luminoso.

Hoy, sin embargo, esta situación es solamente un mal recuerdo que los habitantes que contactamos durante el camino no solo desean olvidar, sino que con su muy hospitalaria acogida, intentar alejar de las mentes de quien los visita.

Hemos de decir que el camino no es sencillo. En un constante subir y bajar, pero nunca por debajo de los 2.500 m, por una carretera en su mayor parte pavimentada pero de no más de 3,5 m de anchura con paredones de piedra a un lado y barrancos profundos al otro, la carretera serpentea por los Andes a través de magníficos paisajes atravesando de cuando en cuando bonitos pueblecitos con su enorme plaza de Armas y gentes deseosas de saber de dónde vienes y cómo has ido a parar allí.

En el recorrido, aparte de lo mencionado es imprescindible la visita de los Lagos Turquesa, una sucesión de remansos de un río encajonado entre altos paredones con un color turquesa espectacular.

También las ruinas de Andamarca en un estado deplorable, pero con una interesante historia del pueblo que un día construyó la ciudad y situadas en un bonito entorno.

Vale la pena hacer un alto en el centro de interpretación del Parque Nacional de Pampa Galeras que es un santuario de protección de vicuñas.  Desde el centro se pueden hacer varias excursiones por el parque.

Casi en Nazca se puede visitar el Cerro Blanco que pasa por ser la duna más alta del mundo y aunque probablemente sea algo exagerado, se trata de un lugar que merece la pena visitar. Casi imprescindible 4×4.

Es un viaje por el Perú profundo, alejado de todo lo  que conlleva la llegada masiva de turismo que en ocasiones llega a hacer que uno se plantee si esa invasión tan mal gestionada beneficia a la larga a los territorios que la soportan;  un recorrido por lugares muy poco acostumbrados a recibir viajeros en los que se conserva intacta la hospitalidad y el ambiente rural tranquilo que casi podríamos decir que solamente  alteraba  nuestro paso. Hasta tal punto que una noche, acampados al lado de una bonita laguna, apareció un motocarro ocupado por una pareja de policías que, además de controlar quiénes éramos y que hacíamos por allí, traían al Sr. Gobernador de la zona que deseaba darnos la bienvenida.

perfil de alturas s.n.m. del recorrido

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