Mariposa Monarca

Piedra Herrada

Se trata de un lugar insólito por ser el destino de una de las migraciones más sorprendentes del reino animal.

En México y a pocos kilómetros de la capital federal, en el llamado Santuario de las mariposas Monarca de Piedra Herrada se concentran entre Diciembre y Marzo de cada año millones de estos insectos que hacen un viaje de casi 5.000 km  desde Canadá de donde parten rumbo al sur en otoño antes de que lleguen los fríos.

Nacen de huevos que eclosionan en forma de larva que se van convirtiendo en coloridas orugas que crean una dura bolsa en donde se desarrolla la fase de crisálida. De ahí emergen en forma de adultos bellamente coloreados en negro, naranja y blanco que hace que sean fáciles de identificar para los depredadores que reconocen de esta forma que son venenosas y saben fatal. Esta última fase se desarrolla a finales de verano y principios de otoño y las nacidas en ella son diferentes que las que han nacido en los días centrales del verano.

Son precisamente aquellas las que nacen para volar y saben por el cambio de clima que deben estar preparadas para iniciar su prolongada travesía. Cuando comience la migración invernal varias generaciones  del verano anterior habrán nacido y muerto, siendo los tataranietos de los que migraron el pasado año los que realicen el viaje  siguiendo sorprendentemente las mismas rutas que sus antepasados, volviendo en ocasiones al mismo árbol del que partieron.

Existe una preocupación por la supervivencia de la especie debido a diversos desastres naturales en sus áreas mexicanas de invernada así como la menor superficie de plantas de algodoncillo (alimento imprescindible para las larvas) en su hogar estival.

Existen varias zonas de invernada en la zona mencionada. En este post nos referimos a la llamada Piedra Herrada que fue donde realizamos nuestra visita.