Lago Song- Köl
A 3.013 metros sobre el nivel del mar en Kirguistán, en la provincia de Naryn en un altiplano rodeando por los montes Bobor- Alabas y en la zona de paso de la Ruta de la Seda, encontramos el lago Song-Köl de 29 por 18 km y una profundidad máxima de 13,2 m.
Por tratarse de alta montaña la temperatura media anual es de tan solo -3,5ºC, oscilando entre los 11 y los -20 grados. No menos de 180 días al año la nieve está presente. Durante los meses de verano alberga una pequeña población nómada instalada en las tradicionales yurtas, sin embargo no es imposible ver caer nieve incluso en esa época
Se trata de un lago de tipo alpino de una gran belleza, en especial si se trata de un día despejado y gracias a la limpieza de sus cielos.
La pista de acceso por su lado noreste es la más sencilla o, digamos más bien, la menos complicada, debido al estado en que se puede encontrar tras el durísimo invierno y a las importantes pendientes que presenta, pero se trata de un recorrido de algo más de 50 Km de gran belleza, con algunas pequeñas cabañas de pastores más o menos sedentarios aisladas y grupos de yaks pastando en las praderas alpinas que la bordean.
Cuando llegamos al gran altiplano que contiene el lago rodaremos por la pradera cruzando algunos cursos de agua y siempre atentos al terreno para evitar el atasco del vehículo hasta llegar a la orilla del lago con los grupos de yurtas y los caballos pastando por doquier. De cuando en cuando podremos admirar el galope de algún caballo con su jinete kirguiz (en ocasiones muy jóvenes, casi niños) haciendo una gran exhibición de monta, pues se trata de gentes cuya cultura ha estado ligada desde siempre a este animal y que, en consecuencia, son grandes jinetes.
Si tenemos la suerte de estar allí cuando llega alguna de las familias nómadas, podremos asistir al montaje de las yurtas que van a ser su hogar durante los meses de verano, época en la que además de cuidar sus rebaños dedican tiempo a la pesca en el lago para complementar su dieta. Este montaje se hace con un ritual ancestral y en los trabajos participa toda la familia. Antaño todos los enseres familiares eran transportados a lomos de camellos pero actualmente son camionetas algo destartaladas las que realizan la mudanza.
Durante el proceso hay momentos de descanso en los que toda la familia se reúne para tomar un té e incluso para una plegaria de agradecimiento al ir completando las fases del montaje,como al finalizar el montaje de la pieza que corona la cabaña, que tiene forma de rueda y que reviste tal importancia que es parte de la bandera del país como un escudo en su centro. Representa al sol, no en vano la luz entra en la yurta a través de ella, y quiere ser un vínculo con lo divino, siendo la pieza clave que estructura la vivienda