Buscando la variedad en la monotonía…

 

 
 
Debido a la conocida calidad de
la cocina española, la tripulación pide a coro una paella J,
y Carlos como buen español, con la ayuda de Celso y James (Chefs filipinos, grandes personas, Celso con su franca sonrisa y James con su alegre cantar) se ponen delantales blancos y manos a la obra en las cocinas del barco.
Así que hoy nos han deleitado con una exquisita paella que según el Capitán ha sido una comida devorada con tal rapidez que ha desaparecido de la mesa,  exquisita  aun  con  los limitados
ingredientes, Carlos como siempre sorprendiendo en cada cosa que hace J.
 
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 La vida en un barco navegando por el Atlántico tiene mucho más de lo que uno se imagina, gracias a la chispa de alegría y emoción que cada ser aporta

 

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