Con el visado de tránsito por Rusia ya obtenido en el consulado de Bishkek y teniendo en cuenta el estricto cumplimiento de las fechas por parte de las autoridades rusas, decidimos atravesar una pequeña parte del sur de Kazajistán al ser el camino más rápido hacia Uzbekistán.
Después de la visita de sesenta días de éste último, fuimos directos hasta la frontera rusa en un nuevo tránsito por territorio Kazajo, recorriendo todo el desierto de la parte oeste del país hasta Atyrau y de allí a la frontera rusa.
Aprovechamos el paso con agradables acampadas en sitios muy tranquilos y con algunas visitas que no requerían grandes desvíos.
Se trata de un país tan inmenso (noveno del mundo por extensión) que hubiera requerido una estancia muy larga para conocerlo y, para nosotros en ese momento, con la inminente llegada de los tremendos fríos invernales que caracterizan la zona, no parecía muy aconsejable. No obstante, las visitas que hicimos, particularmente Shymkent y sus alrededores resultaron muy interesantes.
Quizás en otra ocasión podamos venir con el objetivo más definido en este país que, sin duda, cuenta con muchos lugares de interés.
Ahora, nos espera la travesía de Rusia…
