Acabamos de pasar por las que son, seguramente, las tres mayores ciudades de Colombia.
Para comenzar creo que es justo comentar que todos los malos augurios en cuanto a seguridad se quedaron en nada. No dudamos de que hay zonas y momentos a evitar, pero ¿hay alguna gran ciudad en el mundo que tenga ese problema?
Nuestros Campamentos.
Por el contrario y dejando aparte la estancia en Cali que se pasó acampados en el gran jardín de nuestro entrañable amigo Randy, contando además con su inestimable ayuda (y la de su amigo Lucho, otra gran persona) para resolver algún problema mecánico y con un tour guiado por el casco antiguo, las estancias en Medellín y Bogotá, aunque en diferentes condiciones se
desarrollaron con absoluta tranquilidad.
En el caso de Medellín, estacionados en plena vía pública en la plaza llamada Parque de la Floresta, en un genial ambiente de Overlanders y paseantes que mostraron más que interés, pasión, por nuestro vehículo y nuestras andanzas.
En el caso de Bogotá, en un parking (parqueadero en lengua vernácula), en pleno centro, que, si bien un poco caro, fue increíblemente silencioso durante la noche y extraordinariamente situado.
De esta forma pudimos conocer algo de las tres ciudades que son realmente diferentes, pero en todos los casos muy interesantes.
En resumen.
Cali es más industrial y con una actividad frenética, Medellín, con un centro “de locos” muestra una cara un poco más “señorial” en su centro y un aire de favela en las comunas que fueron no hace mucho el nido de los sicarios del más famoso capo y Bogotá también increíblemente animada e inmensa nos permitió disfrutar de alguna de sus particularidades: el Mercado de las Pulgas con un aire al Rastro madrileño de hace algunos años, el museo del Oro y las multitudes paseando por la carrera Siete
en un evento que se repite cada fin de semana y se conoce como el “Septimazo” entre toda suerte de espectáculos callejeros, vendedores de todo lo imaginable y lo inimaginable con sus atronadores altavoces pregonando a los cuatro vientos sus mercancías mezclándose con todo tipo de ritmos, las carcajadas provocadas por humoristas, etc.
Cali:
Medellín:
Esculturas de Botero en la plaza que lleva su nombre.
Bogotá: