Pista: la roca del fondo es…. ¡O Pâo d’açucar!
¡¡¡¡¡¡¡Río de Janeiro!!!!!!!
Por fin las ruedas de Ximielga rodaron en Río.
Creo que que me quedo corto si digo que esta ciudad nos ha dejado huella. Es realmente una de las más bonitas que hemos visitado. El primer día hicimos lo imprescindible: Corcovado y Pan de Azúcar en donde esperamos el ocaso para disfrutar de unas vistas nocturnas de la ciudad inolvidables.
La día siguiente las playas de Copacabana, Ipanema y Leblon, recorridas con nuestros patinetes que dieron un juego magnífico. Comida en un buffet de Ipanema en plan «hasta hartarse» y caipirinha con efectos devastadores para alguno al caer la tarde en Copacabana.
El tercer día lo dedicamos al centro de la ciudad. Unos doce kilómetros en patinete para recorrer los puntos más notables. Es bonito aunque un poco caótico y algo sucio. Una comida en una terraza muy típica y regreso a casa bordeando la costa.
Tres magníficos días en esta bellísima ciudad. Ciertamente eludimos meternos en líos visitando zonas poco recomendables. Quizás nos hayamos perdido algo digno de ser visto, pero…
¡Adiós con pena a Río de Janeiro! Nos vamos enamorados de ti.