Desde lejos aparece como un apiñado caserío uniforme, proporcionado y armónico, destacando la esbelta torre de la iglesia, el enorme recinto del castillo y una de las Plazas más bonitas de España.
Dentro de las murallas, vemos la maravilla del románico en cada rincón, sorpresas constantes en cada detalle. Las calles, placetas, plaza e iglesia merecen una visita por sí solos.
Situada estratégicamente en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, Aínsa es un punto de partida privilegiado para realizar excursiones a pie o en bicicleta, para montañeros y esquiadores, para cazadores y pescadores que encuentran aquí uno de los pocos rincones vírgenes que quedan en la actualidad, para amantes del arte y de la historia, y desde el que visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural Posets-Maladeta y, atravesando el “Biello Sobrarbe”, el Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara.