Aunque sabíamos que la posibilidad de ver un tigre era muy escasa, los posibles otros atractivos de un recorrido en un 4×4 por el Parque Pench, nos decidieron a participar en uno, sobre todo porque allí nos encontramos a Elena y Carlos con los que compartimos los gastos de la excursión, haciéndola más accesible económicamente.
Muy temprano por la mañana iniciamos el recorrido que nos llevó por bonitos paisajes con múltiple lagunas y avistamientos de fauna salvaje. Muchos tipos de ciervos, pavos reales, gallos salvajes, búfalos, muchas aves y jabalíes fueron apareciendo a lo largo de la jornada, sin embargo, las dos estrellas que el parque alberga, leopardos y tigres se resistían a hacer su aparición.
Ya casi en el camino de vuelta, el indudable conocimiento del lugar de nuestro guía y del conductor del coche, hicieron posible que el viaje no se frustrara totalmente al descubrir un precioso leopardo del que pudimos disfrutar largo tiempo para observarlo y conseguir un sinnúmero de fotografías en el lugar en el que Rudyard Kipling ambientó su Libro de la Selva.
Fue, en fin, un agradable día en la naturaleza, algo que ya echábamos de menos tras tantas visitas de ciudades y tan incómodos recorridos por las carreteras indias.
Luego comprobaríamos cuanto bien nos hizo esta visita: estábamos en camino a Benarés…
Película del safari