Cumpliendo los planes hicimos el recorrido desde Dubai cruzando la frontera con Arabia y recorriendo algo más de 200 km por una carretera que nos iba metiendo más y más en el llamado Empty Quarter, realmente un desierto de gran belleza, pero vacío, terriblemente vacío…
Hasta que llegó la baraúnda que acompaña a la carrera y convirtió el vacío en locura.
Pasamos dos noches en el vivac establecido entre las etapas 11ª y 12ª y pudimos visitar incluso el parque cerrado con los talleres, carpas comedor, etc en toda actividad.
Desde allí hicimos unos 20 km internándonos en el desierto por una pista hasta encontrar uno de los puntos de control del rallye, en donde pudimos ver el paso de los participantes por un tramo muy espectacular.
La etapa 12ª tenía los puntos interesantes a gran distancia, por lo que decidimos no ir hasta allí y desplazar los camiones hasta el segundo punto de control de la etapa 13ª. Acampamos allí esperando el paso de la carrera a la mañana siguiente con la suerte de que casi todos los controladores y los médicos destinados al punto eran españoles, lo que propició una genial velada alrededor del fuego compartida con todos ellos.
También el sitio elegido para ver el paso de los participantes resultó muy bueno y pudimos hacer muchas fotografías.
Unos días de conocer gente fantástica, disfrutar de ver pilotos y máquinas haciendo lo que se antoja imposible, paisaje, polvo, buahhhhh.
Y llegó el día después, el día en el que tocaba despedirse de los que han sido unos buenos compañeros de viaje durante casi cinco meses.
Gracias Hera y Michael, Lara y Raimundo, Bianca y Christian, Steffi y Tino y También a Petra incorporada al grupo más recientemente, por tantas y tantas ocasiones en las que estuvisteis a nuestro lado, por veladas tremendamente divertidas y, en fin, por vuestra compañía.
Creo que fue Antonio Machado quién lo escribió y aunque él no sabría nada de Overlanders, el poema se adapta perfectamente a nuestra vida:
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Aquí y ahora, para nosotros empieza una nueva etapa del viaje.
De nuevo en ruta con intención de visitar Omán esquivando el ya tradicional problema del CPD.
Inch Allah…
