Cuando estábamos seguros de que ya no podríamos sorprendernos más con nuestro paso por la India, llegamos a Benarés y todo lo anterior parecía normal después de visitar esta ciudad.
Hicimos un primer recorrido desde el lugar de acampada hasta la zona de los Ghats, que son una especie de muelles a la orilla del río Ganges en los que la gente pasea, se baña a pesar de la inmundicia del agua que incluso beben, lavan a los muertos antes de incinerarlos allí mismo en la orilla a la vista de todos, se rapan la cabeza como parte del ritual funerario, se sientan en plataformas con monjes, adivinadores, charlatanes o a saber qué papel desempeñan y se pasan horas haciendo llegar el humo de incienso, sándalo u otra de las muchas maderas y hierbas que queman hasta sus rostros, se pintan la cara con cenizas de colores, en fin, un mundo de rituales, costumbres y experiencias difíciles de comprender para nosotros, incluso tras asistir a una complicadísima ceremonia que presenciamos desde nuestra embarcación, cuyo ritual seguro que está cargado de simbolismo, pero que desde luego no está al alcance de unos occidentales tan “normales”
Seguramente los que nos estáis leyendo no lo creáis, pero por aquellos muelles se pueden encontrar individuos prácticamente desnudos, con el cuerpo totalmente pintado de blanco, que pertenecen a los llamados Aghoris que ¡se alimentan de la carne cruda de cadáveres humanos recogidos de las aguas del Ganges!, en el convencimiento de que les proporciona beneficios físicos para evitar el envejecimiento. Son practicantes del tantrismo o “camino de la mano izquierda” que incluye meditación y un ritual sexual en medio de cadáveres humanos y trabajan en un hospital para pacientes con lepra que son abandonados por sus familias.
No sabemos si esto os dará una idea de lo que es Benarés, pero sí os podemos asegurar que por extraño, desagradable y retorcido que sea lo que se os pudiera ocurrir, es muy probable que allí exista.
Por lo demás, el atractivo, si es que se puede llamar así, de la ciudad es escaso, aunque también es posible que para nosotros resultara difícil disociar unos aspectos de otros.
India en estado puro. ¡Increíble, pero cierto!
En los próximos días dejaremos India para entrar en Nepal y esperamos poder contar y mostrar situaciones e imágenes más agradables…
Es increible la experiencia de haber pasado por ahi. Nosotros la hicimos a mochila en el 1993… nunca olvidaremos ese pasaje… tremendo, sin palabras que expliquen lo que uno ve y siente. Los abrazamos y tenemos siempre en nuestro corazón….
Hola queridos amigos,
Casi os podemos confirmar que el tiempo no ha pasa por esa ciudad. Todo parece anclado en el más caótico de los pasados. En realidad lo que estás viendo con tus propio ojos no te parece posible en estos tiempos, pero al mismo tiempo lo estás viviendo y es real. Indescriptible, hay que verlo para creerlo y desde luego no entenderlo, porque para nosotros es impensable entender aquello.